La actividad en Tokio es Non Stop. Dejando de lado los momentos ecuestres, continuamos con esta segunda entrada de blog, explicando mis peripecias niponas en los Juegos Olímpicos.
Viviendo uno de mis mayores sueños, me tengo que pellizcar cada día, ya que no soy consciente de que estoy aquí en los Juegos Olímpicos de Tokio. Mi nivel de felicidad supera todos los limites, no dejo nunca de sonreír y lo mejor de todo es que lo estoy disfrutando cada instante.
MTM, MPC, EQP Y TCT
Una vez aterrizada en Tokio y ya instalada en el hotel, el día siguiente junto a Astrid de Eurodressage fuimos a la sede central de Prensa (MPC). Nuestra aventura comenzó. Primero, tanto ella, como yo cogimos un bus para MTM, es decir Media Transport Mall, para que se entienda es como un Atocha o Estació de Sants, el punto central de todas las conexiones de los buses. Tras 30 min de trayecto nos encontramos allí y cogimos el bus para MPC. Unos 10 min duró el viaje.
Ya en el edificio, alucinamos con todo el montaje que había. Nuestra misión era conseguir el peto de fotógrafas, hecho, limpiar nuestro equipo fotográfico en Canon, hecho y lo más divertido la búsqueda de pines. A lo largo de nuestra búsqueda incesante, conseguimos cuatro: uno de la delegación española, luego el de Canon , el de las mascotas oficiales y uno de Taiwan, el más cool de todos.
El MPC es donde se reúnen los mejores fotógrafos y periodistas del mundo. La sala te deja sin aliento, es impresionante como trabajan, es en pocas palabras donde se cocina toda la información deportiva de estos juegos. De hecho, para más inri y vivir la experiencia al máximo, un reportero coreano me hizo una entrevista … ahí lo dejo… .
Astrid y yo estábamos listas y con todos nuestros obsequios de bienvenida, nos fuimos a comprar algunos suvenires en la tienda oficial de JJOO. Comimos típica comida nipona y a las 16:30 volvimos de nuevo a MTM para coger el bus a EQC (Equestrian Park Center). Todo en Tokio son siglas y es muy confuso al principio, pero luego te haces a ello.
Tras pasar un control de seguridad, dimos nuestros primeros pasos en el estadio y madre mía que estadio. Impresionante se queda corto. Es una gran pena que por culpa del covid no haya espectadores, porque sólo pensar en el Gran Premio con público buff pelos de punta. De 17:00 a 19:00 vimos a cada país cabalgar por la gran pista.
VET CHECK Y CEREMONIA DE APERTURA
La segunda jornada fue muy intensa desde el minuto uno hasta el final. Todos los periodistas/fotógrafos tienen a su disposición 14 bonos de TCT ( servicio de Taxi), ya que no podemos usar el transporte público hasta los 14 días de nuestra estancia en Tokio. A las 8:45 me subí en uno de estos taxis molonguis nipones y lo compartí con Shannon Brinkman, fotógrafa del equipo americano, uno de mis ejemplos a seguir.
Una vez en el estadio, nos unimos con Annan Hepner, periodista de PS Dressage y junto al resto de la armada de fotógrafos comenzamos el concierto de cliks en la inspección veterinaria. Durante tres horas parecíamos gambas friéndonos en el sol. Con casi 36 grados, el calor fue duro y la humedad aún mas.
En ese momento tras finalizar la inspección, el COE me confirmó que tenía una entrada para la ceremonia de Apertura. Volví de nuevo al MPC para recogerla y allí me quedé con varios fotógrafos españoles.
A las 16:30 pusimos rumbo al Estadio Olímpico. La cola de periodistas para entrar parecía la cola de las rebajas del Corte Inglés. Todo el mundo nervioso por coger la mejor posición. Un total de 950 medios estaban acreditados. El estadio es imponente, emocionante y cautivador.
La ceremonia fue preciosa. El desfile de naciones fue eterno, pero lo mejor de todo fue cuando los 1.824 drones formaron desde el centro del Estadio Olímpico el emblema de los Juegos en color azul, y se elevaron hasta formar un globo terráqueo al son de “Imagine”. Pelos de Punta. Ver los asientos vacíos fue desolador. Cuando Naomi Osaka encendió la llama eterna olímpica al final de la ceremonia los Juegos Olímpicos arrancarón.
A las 12:30pm finalizó y rápidamente mi odisea entre buses comenzó. De hecho mi hotel estaba a 10 min del estadio, pero las reglas son las reglas y caminar por las calles no era una opción. Mi odisea entre Estadio Olímpico, MTM y Hotel me tuvo en ruta por las carreteras niponas hasta bien tarde de la madrugada. Llegué al hotel a las 3:30… en pocas palabras reventada. Como pequeño inciso hay que puntualizar que en el viaje iba cargada como una mula, lo habitual en mi.
GRAN PREMIO
El 24 de Julio comenzó el día de la verdad, el Gran Premio. La prueba me la sé de memoria, pero es que siempre tengo nervios en el estómago, ya que no se dónde situarme para coger el buen ángulo. Joao Marcari entró en pista y buff la sensación fue mágica. Allí va el primer binomio olímpico y yo allí haciendo fotos.
Los binomios fueron pasando y simplemente uno detrás de otro fue un deleite en todos los sentidos de la palabra. Ver a tus ídolos en pista es siempre wow, pero es que en las olimpiadas, es ya otro nivel.
El poder estar con los mejores fotógrafos del mundo y ver cómo trabajan es una experiencia muy enriquecedora y única. Ahora mismo soy como una esponja, intentando absorber todo.
Quién me lo diría a mi que hace 10 años terminando el colegio, que estaba más perdida que un pez, hoy estaría aquí en Tokio cubriendo mis primeros Juegos….. Estoy como una niña en DisneyLand.
