30-03-2024 Lily Forado / Fotos Lily Forado y Azahara Falcón
Napoleón Candau (previamente llamado NAPOLEON XLV) no fue un caballo cualquiera. La espectacularidad de sus movimientos siempre llamaba la atención . Su majestuosa belleza, porte, elegancia, ojos dulces, expresivos y serenos, o sus formas redondeadas transmitían tranco a tranco unos trotes elegantes y tan reconocibles que lo convirtieron en un ejemplo perfecto del caballo P.R.E moderno para el deporte.
A sus 17 años, Napoleón cabalga ya en el cielo. Su legado en el mundo del P.R.E es innegable, tanto en el ámbito deportivo como emocional para la yeguada Candau. Su trayectoria deportiva está llena de logros impresionantes y su influencia en la cría y el desarrollo del caballo deportivo español será recordada por generaciones.
Con estas bellas palabras, Ignacio Candau recuerda a este gran ejemplar que fue el gran buque de insignia de su ganadería:
Cuando lo sientes resoplar sabiendo que es la última vez con tu mano sobre su frente, te das cuenta de que tantos premios, tantas medallas y podiums son lo de menos, que él y su esencia están muy por encima de todo eso. Entonces entiendes cómo se puede querer tanto a un caballo y te das cuenta de golpe, de cuánto vas a echarlo de menos. No pretendo humanizar a un caballo. Napoleón ha sido y ha vivido siempre como un caballo, no ha sido un estandarte, ni una mascota, ni una herramienta, ni un juguete. Napo ha sido un CABALLO y ha vivido y se le ha respetado siempre como tal, pero ha sido un caballo muy especial. Él solo, ha encarnado todas y cada una de las virtudes que se le atribuyen a su especie, pero que en realidad, no son siempre tan fáciles de encontrar.
Napo no ha dejado indiferente a nadie de todos los que han tenido la suerte de aprender, disfrutar y compartir espacios con él. Hasta ahora, cuando me han preguntado cuál ha sido mi mejor caballo, nunca he sabido que contestar. Ayer, por desgracia, me di cuenta de que ya se cuál es. Cuando has conocido a un caballo así, lo que te gustaría más que humanizar a un caballo, es ¨caballizar¨ a muchos hombres.
Sobre Napoleón Candau
Nacido en 2007, Napoleón fue la perfecta conjunción del linaje de Yeguada Candau. Hijo de Urdidor III (Campeón de España-SICAB 2001 y 2002) por sus venas corría la líneas de Bocado y Militar
A sus 17 años Napoleón Candau deja un total de 126 hijos. Sus inicios en los cuadrilongos se remontan a 2013. Bajo las riendas de Anthony Pelling encaró por primera vez la línea central del cuadrilongo nacional en el nivel de seis años. Dicho binomio fue escalando nivel tras nivel con resultados muy competitivos. En la edición de SICAB 2016, en el nivel de San Jorge obtuvo la medalla de bronce. Junto con los resultados de Icaro MG y Urdidor Candau obtuvieron el premio de Mejor Ganadería Criadora de Doma Clásica de SICAB.
Su debut en el nivel absoluto fue en 2017 con tres salidas a pista. En 2018 comenzó realizando Gran Premio, pero en el mes de Agosto, Napoleón Candau formó parte del equipo P.R.E en Ermelo en la prueba de San Jorge /Kur Intermedia. Meses más tarde para SICAB 2018, Claudio Castilla tomó las riendas y compitió al ejemplar ocupando la octava posición siendo su debut como binomio. Su campaña deportiva de 2019 fue muy positiva, puesto que a las puertas de SICAB fue el ejemplar que lideraba el ranking de la Copa Ancce. Una vez en el certamen, el ejemplar brilló y se alzó con el título de la Final de Copa ANCCE del nivel Gran Premio.
Tres años después, 2022, Napoleón Candau volvió a los cuadrilongos montado por Veronica Fortés en el nivel absoluto . 2023 fue su última temporada bajo las riendas de la amazona Nieves Pérez, siendo un gran maestro para ella . Con múltiples triunfos en el nivel de Juveniles 0* culminaron su temporada con la medalla de bronce en SICAB.
Napoleón Candau será recordado como un caballo que brilló en los circuitos del P.R.E. Su impacto trasciende las pistas de competición, dejando una marca indeleble en la cría y en las personas que tuvieron el privilegio de conocerlo. Su legado no solo se mide en términos de medallas y premios, sino en el amor y la devoción que inspiró en quienes lo rodearon.