Juan Carlos Campos : «El puesto que ocupamos los jueces en la competición es la mejor silla del estadio»
20-08-2018 Lily Forado
En la entrevista de hoy, conocemos a fondo a Juan Carlos Campos, Juez Internacional FEI 4* donde nos explica como se adentro en el fascinante mundo de la Doma Clásica, cuáles son los principales obstáculos para un Juez, los mejores concursos que ha juzgado entre otros temas.
- ¿Cómo nace su afición por el caballo?
De siempre. El caballo es un animal muy bello y es capaz de gustar a todo el mundo. Comencé a montar desde los 10 años aproximadamente y mantengo intacta la afición al caballo como animal. Ahora lo que me apasiona es el mundo del caballo y la competición, que es un terreno muy amplio y súper interesante que te cautiva y te engancha. Cuando más te adentras, más te das cuenta lo que te queda por aprender.
- ¿Cuándo y cómo comenzó su carrera como juez? ¿Por qué doma y no otra modalidad?
Me gusta la Doma Clásica, porque es una disciplina elegante, precisa, súper exigente para caballo y jinete y con una belleza sin igual bajo mi punto de vista. Para mí, estos son los principales atractivos que me enganchan cada fin de semana.
Mi carrera como Juez de Doma Clásica comenzó cuando la Federacion Hipica Aragonesa me ofreció la oportunidad de presentarme a un curso de Juez Territorial. Me pareció que era una manera de aprender los conceptos desde otro punto de vista. Lo aprobé en el año 1995 y descubrí una afición, una pasión por este deporte y por el juzgamiento que me ha traído hasta donde estoy.
A los pocos años aprobé el curso de promoción a juez nacional y la Federación Hipica Española me ofreció la posibilidad de seguir mi carrera a nivel internacional y la inicié aproximadamente en el año 2003 con los primeros cursos en Polonia y en Inglaterra y ascendiendo en el año 2005 a juez candidato que ahora se denomina juez FEI 3*. En el año 2008 aprobé el examen de promoción a juez FEI 4* en el curso FEI de ascenso en Montenmedio y formé parte de la primera promoción de jueces internacionales que para ascender tuvimos que pasar varios exámenes todos ellos en inglés. El último título de mi carrera internacional ha sido el de Juez FEI certificado para juzgar Caballos Jóvenes y lo aprobé a través de examen el año 2015 en Verden (Alemania) durante el Campeonato del Mundo de Caballos Jóvenes, una experiencia inolvidable.
También aproveché mis primeros años de inicio en la Doma Clásica para hacer el curso y obtener el título de Técnico Deportivo, que es otro aspecto necesario bajo mi punto de vista para enriquecer la experiencia con otro punto de vista diferente.
- ¿Cuál es el principal obstáculo al que se enfrenta un juez para hacer correctamente su trabajo?
Un obstáculo importante a veces es uno mismo.Cuando se juzga se tiene que estar relajado, con la mente abierta y automatizando las decisiones que se toman cada 10 segundos como media, por ejemplo, en una prueba de GP. Y no siempre es así, puesto que somos humanos.
Creo que la tecnología está llegando y tiene que quedarse para ayudar al juez y para hacer más interesante y espectacular la competición, pero sobre todo para ayudar al juez. Por otra parte los jueces estamos sometidos a una presión muy alta a todos los niveles para hacerlo bien y creo que debería ser una actividad profesional real con todo lo que conllevaría en positivo y negativo.
- Usted que ha participado como juez en diferentes países ¿cuál es su percepción del nivel de la Doma Clásica Española ¿En qué países ha observado más calidad?
La Doma Clásica en España lleva varios años creciendo en cantidad y calidad tanto de caballos como jinetes, así como, en competiciones, entrenadores, jueces etc….Hemos observado claramente como la calidad de los aires de un caballo te ayudan a catapultar tu nota a otro nivel y lo importante que es comprar caballos, pero también criarlos y tener una cantera de caballos y jinetes evolucionando y esperando su momento y oportunidad.
Todo esto no es fácil tenerlo y mantenerlo al más alto nivel, porque los costes son muy altos y entonces necesitas ayudas o bien conseguir patrocinio y esponsorización que son dos modelos de hacer viable la competición de alto nivel tanto a nivel personal como de organización de eventos.
En países como Holanda y Alemania con tan buena cantera de jinetes, caballos y cultura ecuestre, vemos que son países que permanecen en los primeros puestos de las competiciones y por ejemplo Dinamarca con una cría excepcional de caballos de deporte y cada vez mejor nivel de jinetes en competición, está en los primeros puestos también, así como, otros países como por ejemplo Reino Unido y USA.
Por supuesto en España también tenemos nuestra cría y nuestros caballos que cada vez tienen mejor nivel y cualidades para este deporte y cada vez mejores resultados. Pero no olvidemos que para estar al más alto nivel en GP las medias son actualmente superiores al 80% y aún nos falta para estar en esa zona de puntuación.
- Recientemente usted ha formado parte del elenco de jueces en el Campeonato de Europa de Menores. ¿Qué ha supuesto para usted dicha experiencia?
He tenido la suerte de estar juzgando el Campeonato de Europa de Menores en Vidauban en 2015, en Valencia como presidente de una de las categorías en 2016 y este año en Fontainebleau.
Las 3 han sido experiencias muy buenas, pero especialmente este año en Francia, la experiencia ha sido especial por el lugar tan espectacular albergando el campeonato de Europa de varias disciplinas en el mismo lugar y un ambiente diferente bajo mi punto de vista.
Participar como juez en una competición como esta es un escaparate para nosotros, pero también es un examen diario que tratamos de aprobar con la mejor nota posible con dos objetivos; uno que los participantes estén juzgados justamente y otro, demostrar que el país que represento en ese momento también dejamos el pabellón alto.
- CHIO Aachen 2018 ha sido su último concurso en el que ha estado presente. ¿Qué se siente al juzgar las estrellas más importantes del panorama internacional tales como Isabell Werth con Bella Rose ?
El puesto que ocupamos los jueces en la competición es la mejor silla del estadio. La más cercana a la pista y la más cercana a los jinetes y caballos durante la prueba. Puedes percibir y reconocer directamente y muy cerca de ellos la técnica, la habilidad, el esfuerzo y la belleza de este deporte.
Bajo este punto de vista, imagínate lo excitante que es estar juzgando las pruebas en un sitio como Aachen, donde además de estas características tienes un estadio abarrotado de espectadores con un espíritu crítico positivo y conocedores de este deporte viendo todas las pruebas.
Tener la posibilidad de juzgar como este año a Bella Rose o en anteriores ocasiones a Valegro con Charlotte o a Edward Gal, Sonke Rothenberger, Jessica Von Bredow, Steffen Peters, Dorothee Schneider, Helen Langehanenberg o a españoles como a Beatriz Ferrer o a Severo Jurado con Fiontini como el año pasado en Ermelo supone un aliciente más y muy especial a la competición. Poder poner 10 a los ejercicios es algo que nos gusta a todos los jueces.
- ¿Cuál es su ilusión como juez internacional? ¿En qué competición le gustaría juzgar?
La ilusión es poder llegar a lo más alto en nuestra carrera en el futuro y en cualquier caso poder mantenerme formando parte de jurados de este nivel como hasta ahora. Como juez internacional una de las actividades que me gustan es transmitir a los nuevos jueces que llegan, la pasión por este deporte y por el juzgamiento e intentar transmitirles las técnicas de juzgamiento y mi experiencia de todos estos años.
Y respecto a la competición que me gustaría juzgar, evidentemente llegar a juzgar una olimpiada. Creo que este último es un objetivo de cualquier juez de un deporte.