
10-06-2025 Lily Forado/ Fotos de Victor Diez
El Sábado 31 de Mayo de 2025 es una fecha que Adrián Muñoz jamás olvidará. En un emotivo acto, el jinete español recibió la Insignia de Equitación Dorada Alemana, el prestigioso Goldenes Reitabzeichen, uno de los grandes reconocimientos que un jinete puede alcanzar en el país germano.
Adrián no es un nombre cualquiera en la escena ecuestre nacional española. Desde hace años, este joven malagueño ha estado cabalgando por tierras alemanas, cosechando numerosas victorias nacionales con distintos ejemplares bajo sus riendas.
En Alemania, la insignia dorada no se entrega a la ligera. Es la culminación de una trayectoria deportiva de élite: requiere al menos diez victorias en pruebas de nivel S (equivalentes al nivel San Jorge o Gran Premio).
A los 18 años, Adrián tomó una decisión que cambiaría su vida: dejar su hogar para formarse como jinete profesional en Europa. Dicho y hecho, Adrián desde entonces comenzó su viaje por Europa, con experiencias de todos los colores de la paleta. Desde vivencias enriquecedoras hasta etapas duras marcadas por un trabajo incesante y no siempre reconocido. Sin recursos suficientes para una formación académica como la de la Escuela de Jerez, optó por aprender a cambio de trabajo. Fueron años de esfuerzo silencioso, sin remuneración, pero cargados de aprendizaje.
«La mejor formación ha sido equivocarme. De ahí se saca lo mejor», afirma Adrián con madurez.
Su paso por Van Olst ( ocho meses en 2018) en Holanda marcó el inicio real de su carrera. Allí aprendió las bases del entrenamiento de caballos y tuvo como rol model al jinete español Severo Jurado. Fue esa admiración la que lo impulsó a aplicar para el trabajo de Van Olst.
Más tarde, tras varios intentos fallidos y mucha paciencia, logró entrar a la cuadra de la prestigiosa amazona Jessica von Bredow-Werndl, una de las referentes mundiales de Doma Clásica. En Octubre de 2020, tras años de enviar correos y solicitudes, finalmente le ofrecieron una oportunidad como mozo-jinete. Solo unos meses después, Adrián fue ascendido a jinete oficial del equipo.
“Fueron años insistiendo. Cuando salió una oferta para mozo-jinete, fui a probar. Me cogieron, y a los pocos meses, me dieron la posición de jinete”.

Gracias a sus victorias en pruebas de nivel Gran Premio (nueve) y una en San Jorge, Adrián ha sido condecorado con la medalla dorada que solo un grupo selecto de jinetes tiene el privilegio de portar en su frack. Pero esa no fue la única buena noticia del fin de semana. Pocos días después, la Real Federación Hípica Española (RFHE) lo llamó para confirmarle su selección como uno de los cuatro integrantes del equipo español en el Campeonato de Europa U25.
“Recibir el Goldenes Reitabzeichen y ser seleccionado para el Europeo ha sido una sensación muy parecida. Pasas de pensar que es imposible, a ver cómo poco a poco esa meta se hace realidad. Estoy emocionado y agradecido por el equipo que tengo, especialmente mi moza, que es mi mano derecha”.

Adrián Muñoz, con tan solo 25 años, es un claro ejemplo de que, con esfuerzo, persistencia todo es posible. Su historia es la de tantos jóvenes que se marchan fuera de su país buscando una oportunidad. Es una historia de noches largas, de renuncias personales, pero también de aprendizajes, de crecimiento y de triunfo.
“Cuando vienes sin nada es difícil conseguir oportunidades y caballos buenos, pero con trabajo y un poco de suerte, se consigue. Con esto quiero motivar a quienes estén en una situación parecida. Hay que tener paciencia y perseverancia: lo demás, llega solo”.
Adrián ha demostrado que las alas que se atreven a volar lejos, pueden llegar más alto que nunca imaginado. Motivación es una palabra que empiezan por la letra M. Una letra que no sólo es la Décimo tercera, sino es la primera letra del apellido de Adrián Muñoz. Adrián es sinónimo de motivación, dedicación, pasión y disciplina que en pocas palabras es la fórmula del éxito.
